sábado, 21 de noviembre de 2009

59) Ataque sobre La Cañada


ATAQUE SOBRE LA CAÑADA

El día 16 de diciembre de 1936, tras varias jornadas en las que la niebla había complicado seriamente las operaciones militares, las Columnas al mando de Varela atacan en el sector de Boadilla del Monte, consiguiendo ocupar este pueblo y continuando su avance hacia Majadahonda (ver el apartado de este blog “OBJETIVO BOADILLA” ).

El Mando de la Defensa envía rápidamente tropas para cerrar la brecha abierta por el enemigo. Al Norte de Boadilla se sitúa la XI Brigada Internacional, mientras varios batallones de la XII B. I. se colocan al Oeste de Majadahonda. Al mismo tiempo, dos compañías de ametralladoras, un batallón de la IV Brigada, los hombres de “El Campesino” y varios carros se establecen en plan defensivo en la zona de El Plantío-Bosque de Remisa, para evitar una posible progresión de los atacantes hacia la carretera de La Coruña.

Tras varios días de forcejeos, caracterizados por la aparición de la niebla, las tropas de Varela detienen su presión, manteniendo sólo Boadilla del Monte y Villanueva de la Cañada, que había sido ocupada el día 19 por los escuadrones de Monasterio sin demasiada dificultad.

Las condiciones meteorológicas imponen una pausa a ambos contrincantes, lo que será aprovechado por unos y otros para reorganizar sus fuerzas. Ha llegado la Navidad, pero en los campos de batalla ésta apenas se hace notar. Salvo algunos mensajes de felicitación a los soldados por parte de los mandos la guerra continúa su imparable ritmo.

El Estado Mayor de la Defensa de Madrid no puede parar en su actividad organizativa. Son ya muchos los momentos críticos que ha sido capaz de superar, pero el enemigo no parece estar dispuesto a disminuir su presión. La lucha por la capital no permite el más mínimo descanso.

Organizar y combatir, esta es la idea que obsesiona al general Miaja y a su Jefe de Estado Mayor, Vicente Rojo. No vale sólo con resistir los embates del enemigo, hay que actuar ofensivamente. Es imprescindible que las tropas republicanas tomen la iniciativa.

De esta manera, se proyecta una operación de envergadura para el día 29 de diciembre. El objetivo es atacar por sorpresa la línea Villanueva de la Cañada-Brunete, rompiendo el frente y arrebatando al enemigo un estratégico punto de comunicaciones. Pero a la vez, se trata de lograr alguna clara victoria táctica y militar. La conquista (o reconquista) de dos pueblos supondría un buen reforzamiento para la moral, tanto de los combatientes, como de la retaguardia.

Para dirigir la operación se elige al Jefe de la XI Brigada Internacional, Hans Kahle. Hans, nacido en Alemania en 1899, tenía formación militar y había participado en la Primera Guerra Mundial como oficial del Ejército del Kaiser. Finalizada la contienda se incorporó activamente a la militancia revolucionaria, participando en el movimiento espartaquista e ingresando en el Partido Comunista Alemán (KPD). El ascenso del nazismo le obligó a exiliarse (Suiza, Francia), pero su activismo político continuó con igual intensidad, convirtiéndose en delegado del Komintern (Internacional Comunista dirigida por los soviéticos). El estallido de la guerra civil española le animó, como a tantos otros antifascistas, a tomar una postura activa en la misma. Su formación militar hizo que se convirtiera en uno de los Jefes de las Brigadas Internacionales. En la defensa de Madrid adquirió un gran prestigio, y continuó luchando por la Republica hasta 1938, ocupando importantes puestos de mando y participando en muchas de las grandes batallas. Falleció en Alemania, el 1 de septiembre de 1947.

Como señalábamos, a finales de diciembre de 1936, Hans Kahle recibe la orden de dirigir el ataque sobre Villanueva de la Cañada-Brunete. La acción se fija para el día 29 y en las “Directivas ordenadas por el Estado Mayor de la Defensa” podemos leer:


1) OBJETO DE LA OPERACIÓN: Apoderarse por sorpresa, de noche, de Brunete y Villanueva de la Cañada, capturando prisioneros y material, y dominando las comunicaciones para atraer sobre Brunete las reservas enemigas que operan al sur de Boadilla.

2) FUERZAS: Un Batallón de la XI Brigada (alemán). Un Batallón de fuerzas seleccionadas de la Columna Barceló. Una Sección móvil de Artillería. Un Escuadrón de Caballería. Una Compañía de Guerrilleros de la XII Brigada. Y tres carros blindados.

3) BASE DE PARTIDA: Para las fuerzas de la XI Brigada: Romanillos. Para las fuerzas de la Columna Barceló: Villanueva del Pardillo.

4) MANIOBRA: Las columnas partirán de sus bases con la anticipación suficiente para caer sobre sus objetivos hacia las 4:00 o las 4:30 h de la madrugada. Avanzarán conducidas por guías del país o por patrullas que hayan realizado los reconocimientos de noche en los días precedentes. Avanzarán con precaución para no ser descubiertos cayendo por sorpresa sobre los pueblos respectivos envolviéndolos y cerrando las comunicaciones. Una vez ocupados los pueblos se asegurará el lindero y el dominio de las comunicaciones utilizando preferentemente las armas automáticas.

Caso de ser contraatacadas fuertemente, no se empeñarán en un combate de desgaste, replegándose ordenadamente por el itinerario más corto sobre sus respectivas bases.

La Caballería marchará con la columna que ha de sorprender a Villanueva de la Cañada y una vez ocupado este pueblo cubrirá con un pequeño destacamento la carretera de Quijorna. El resto establecerá enlace entre Villanueva de la Cañada y Brunete y, una vez reconocido este itinerario, operará sobre la carretera de Brunete a Villaviciosa para dominar el puente sobre el Guadarrama y evitar, mediante el fuego, la llegada de reservas.

Complemento del avance sobre Brunete y por si fuese necesario proteger el repliegue del Batallón alemán, fuerzas seleccionadas del Batallón de “El Campesino” avanzarán en dirección sur hacia la Casa del Monje, tratando de dominar, cuando menos por el fuego, la carretera de Boadilla a Brunete.

El Mando apreciará si, como consecuencia de los movimientos de fuerzas que realice el enemigo, procede o no el ataque del núcleo principal de fuerzas del sub-sector de Majadahonda por la región Este de Boadilla, con cuyo objeto dichas fuerzas, a partir de las 7:00 h, se hallarán en disposición de ser empleadas por el General Luckas.

5) ARTILLERÍA: La Sección volante participará en el golpe de mano marchando a la región de Villanueva del Pardillo en la noche de hoy y continuará a Villanueva de la Cañada, una vez ocupado este pueblo. La Batería de la Brigada XI, desde asentamientos al Sur del Km. 4 de la carretera de Majadahonda a Villanueva del Pardillo, se mantendrá en vigilancia para apoyar, caso necesario, a las fuerzas que ocupen Villanueva de la Cañada y Brunete.

El resto de la Artillería emplazada en el sub-sector se hallará en vigilancia para contrarrestar cualquier contraataque enemigo en el frente comprendido entre el Guadarrama y Húmera.

6) MEDIOS SUPLEMENTARIOS: A la columna que parte de Villanueva del Pardillo: 12 camiones. A la Compañía de guerrilleros: 20 coches ligeros. Al Puesto de Mando de la XI Brigada: cartuchos de señales luminosas y medios de transmisión para prolongar el eje telefónico hasta Romanillos.

7) MANDO DE LAS FUERZAS: Lo ejercerá el Teniente Coronel Hans de todas las fuerzas que realicen la operación proyectada sobre Villanueva de la Cañada y Brunete.

En la noche del día 29 de diciembre las fuerzas republicanas inician la marcha hacia sus objetivos. Las que se dirigen hacia Brunete, mandadas por el italiano Nino Nanetti, se desorientarán entre los encinares, llegando a Brunete ya de día. Logran alcanzar las primeras casas del pueblo, pero han perdido el factor sorpresa y no consiguen progresar más.

Por su parte, las tropas cuyo objetivo es ocupar Villanueva de la Cañada, consiguen eludir la vigilancia enemiga y atacan cuando aun no ha amanecido. Los defensores son sorprendidos y se inicia una intensa lucha callejera. El pueblo es ocupado casi en su totalidad por los republicanos, pero un grupo de defensores se hace fuerte en el interior de algunas casas y en la torre de la iglesia. El duelo continuará durante varias horas. Desde Quijorna, los franquistas envían un batallón para socorrer a sus compañeros sitiados en el interior de Villanueva de la Cañada, pero la artillería republicana imposibilita su avance.

La mañana transcurre. Brunete resiste y Villanueva de la Cañada no termina de ser ocupada por completo. Aunque los refuerzos enviados por los franquistas desde Quijorna han sido detenidos por la eficaz acción de la artillería republicana, las cosas no se están desarrollando como debieran. A las 14:00 h del día 30 de diciembre, el Alto Mando da la orden de volver a las bases de partida, desarrollándose el repliegue sin mayor percance.

El intento republicano por romper el frente enemigo ha fracasado, pero las tropas implicadas en la operación, en líneas generales, se han comportado bien. Hans Kahle será felicitado personalmente por Vicente Rojo y se alabará también la conducta de Nino Nanetti.

A pesar de no haberse logrado los objetivos, la prensa republicana se hará eco de las acciones desarrolladas, presentándolas como un gran éxito de las Fuerzas de la Defensa. Algunos ejemplos son:

Sobre esta operación contamos con otro testimonio interesante. Se trata de la opinión que Mijail Koltsov escribió en su “Diario de la guerra española” (Akal Editor, Madrid, 1978, p. 313). Kolstov (cuyo verdadero nombre era Mijail Fridliand), oficialmente se encontraba por aquellas fechas en España como corresponsal del periódico soviético “Prauda”, pero a la vez desarrollaba una poco clara labor de comisario y consejero político al servicio de la URSS. Su figura y su actuación en suelo español darían suficiente juego como para dedicarle un blog entero. En dicho “Diario”, el 30 de diciembre de 1936 recoge la siguiente reflexión:

“Ayer y hoy los madrileños intentaron una ofensiva para tomar Brunete y Villanueva de la Cañada. Participaban las unidades de la que fue columna Barceló y dos batallones de la XI Brigada Internacional. Fue acordado atacar a los fascistas de noche. Pero las unidades se pasaron la noche deambulando por el bosque, se desorientaron y cuando entraron en combate eran las nueve de la mañana y estaban bastante agotadas. Pero irrumpieron en Villanueva de la Cañada y tomaron casi todo el pueblo. Si hubieran proseguido el combate, tal vez habrían logrado tomar Brunete; no sé por qué, hoy se dio la orden de cesar la operación. (…) Estoy totalmente convencido de que si la operación se hubiera prolongado un par de días, Brunete se habría tomado sin gran dificultad.”

Como vemos, uno de los primeros intentos republicanos por tomar la iniciativa durante la batalla de la carretera de La Coruña, no alcanzaba el resultado esperado, pero dejaba buena impresión sobre las posibilidades de acción que algunas unidades mostraban. No hay que olvidar que en los frentes de Madrid, a la vez que se combatía sin tregua, se estaba procediendo a la organización del futuro Ejército Popular de la República, convirtiendo las heterogéneas milicias en auténticas unidades tácticas.

Brunete (que había sido ocupado por los franquistas el 30 de octubre de 1936), Villanueva de la Cañada, Quijorna, Villanueva del Pardillo, eran pueblos cuyos nombres comenzaron a sonar durante los combates de la batalla de la carretera de La Coruña (nov. 36/ene. 37), pero sería unos meses después, concretamente en julio de 1937 (Batalla de Brunete), cuando todo el peso de la guerra caería sobre ellos. La destrucción que estos pueblos sufrieron fue de tal magnitud que, finalizada la contienda, hubieron de ser reconstruidos casi por completo a través de un plan con el explícito nombre de “Regiones Devastadas”.

En los alrededores, aun son abundantes los restos de aquel pasado bélico.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ

Fotografía 1) Hans Kahle.
Fotografía 2) Villanueva de la Cañada, 1937.

Documentación procedente del AGMA

2 comentarios:

  1. Sorprende el uso que en estos primeros momentos se hace aun de la caballería. Fascinante a mi juicio, la cabalgada de Monasterio desde Zaragoza (¿?) hasta estos pueblos del NO de Madrid. Un uso de la caballería efectivo, que al parecer no se llegó a frustrar con cargas absurdas contra armas modernas como en Valacklava y similares. Entiendo que era más bien "infantería montada" en un tiempo que los vehículos a motor eran poco fiables ¿?.
    ¿Se felicitó al tal Nino Nanetti, dices, cuando ni siquiera supo guiar a sus hombres hasta el objetivo en una caminata de 20-30 km? Está claro que en estos momentos el EPR no promocionaba la competencia sana entre sus oficiales. Gracias.

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    1. La Guerra Civil Española, en muchos de sus aspectos militares, puede entenderse como una transición entre la Iª Guerra Mundial y la IIª Guerra Mundial, en donde encontramos elementos que podemos considerar anticuados para la época y otros que resultan modernos.

      Es cierto que el uso de elementos mecanizados hace perder protagonismo a la Caballería, pero en la Guerra Civil Española encontraremos episodios en los que seguirá jugando un papel relevante, y no solo en acciones auxiliares, también de combate. En este blog, por ejemplo, hemos escrito ya sobre la carga de varios escuadrones de Caballería mora al mando de Gavilán en el sector de Pozuelo, a finales de noviembre de 1936, en la zona del vértice Valle Rubios; y también dedicamos un artículo a una exitosa carga de la Caballería republicana, la cual, en una acción envolvente, logró neutralizar la progresión de las fuerzas franquistas en el sector de Las Rozas a mediados de enero de 1937. La actuación de Monasterio en Villanueva de la Cañada es otro ejemplo del aprovechamiento que podía seguir proporcionando la Caballería cuando era empleada en un terreno propicio. Pero quizás, el episodio más importante y emblemático de nuestra guerra civil, en el que la Caballería jugo un papel protagonista, fue en febrero de 1938, en la batalla de Alfambra (Teruel), donde, al mando de Monasterio, se produjo la que está considerada la última carga de la Caballería española y una de las últimas a nivel mundial.

      Es verdad que Monasterio se encontraba destinado en Zaragoza, con el grado de coronel, en el momento de producirse la sublevación militar de julio del 36, en la que él mismo participó activamente, pero en enero de 1937 será ascendido a general para hacerse cargo de la 1ª División de Caballería, con sede en Salamanca. El ejército franquista contó con dos Divisiones de Caballería creadas al inicio de la guerra.

      Respecto a las felicitaciones a Hans Khale y Nino Nanetti, estoy de acuerdo contigo en que, a tenor de los escasos resultados obtenidos en la operación sobre La Cañada, resultan llamativas. Interpreto que, independientemente de los resultados, el Alto Mando republicano valoró otros aspectos. No olvides que, en este momento, no puede hablarse exactamente de un ejército profesional, si no, más bien, de un híbrido entre milicias y ejército regular con muchas carencias para poder desarrollar acciones y operaciones ofensivas de cierta envergadura, especialmente, en campo abierto. Sea como fuere, lo cierto es que la operación sobre Villanueva de la Cañada quiso presentarse como un éxito republicano (échale una ojeada a los artículos de prensa que aparecen en el artículo) y, seguramente, esas unidades no debieron de comportarse del todo mal, al menos, si lo comparamos con lo que, en líneas generales, venía sucediendo cuando los republicanos intentaban pasar de la defensiva a la ofensiva.

      Gracias y un saludo.

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